jueves, 5 de marzo de 2009

Susanizados

En un país supuestamente diezmado por la inseguridad, gran parte de la clase media le pide al Estado Argentino que enseñe a no matar, matando.

Es curioso cómo la falta de cultura no distingue estratos sociales. Por un lado tenemos a una familia que vive en la pobreza, sus hijos no tienen acceso a una educación siquiera mediocre y carecen inculso de la atención de sus padres quienes sufrieron la misma suerte que los hijos, estos se curten en la calle, donde los valores no existen, donde la "gente bien" prefiere mirar cómo una paloma le caga en el ojo antes que a un niño de 5 años pidiéndole una moneda. En ese ámbito sin reglas, donde al Estado no se le ocurre ni mirar de reojo, es donde nace el delito, justamente gracias a esa ausencia del Estado, o presencia que solo se podría traducir en policía, y todos sabemos lo que eso significa.

Por otro lado tenemos a otra familia, esta vez de clase media. El padre trabaja en una oficina, tiene coche propio y es su principal medio de transporte. La madre también trabaja pero utiliza el transporte público. Han elegido para sus hijos la educación privada, porque todos saben que la estatal "es un desastre y nunca tienen clase por culpa de los maestros que se la pasan haciendo huelgas". Una tarde, el padre vuelve de trabajar en su coche pero en la puerta de su casa es sorprendido por dos jóvenes armados que amenazan con matarlo si no les entrega el auto. El hombre sabe donde vive, lee el diario todos los días, conoce la situación actual y sabe que no debe resistirse porque estos chicos "andan siempre drogados y nunca sabés como pueden reaccionar". Baja del auto y cuando da la espalda, uno de los chicos le da tres tiros en la espalda, el hombre muere en el acto. Con esto tenemos una familia destrozada y muerta de dolor, el barrio indignado sale a las calles a pedir "justicia" según las palabras de los vecinos. Los medios de prensa no tardan en llegar para cubrir el hecho. Frente a las cámaras se amontonan los vecinos pidiendo "justicia", pero al entrar más en detalles piden mano dura, represión, menor edad de imputabilidad, cárceles más grandes, condenas más largas, esposas más apretadas, alambrados en las villas, pena de muerte, que le corten las manos a los ladrones y el pene a los violadores. Todo eso, según ellos, significaría satisfacer su reclamo de justicia y por lo tanto una sociedad más pacífica. En otras palabras, le piden al Estado que enseñe a no matar, matando.

Si retomamos el primer caso tenemos una parte de la sociedad que no pudo elegir, ni puede. El Estado tipo de cualquier sistema capitalista estuvo ausente como para que puedan decidir mandar a sus hijos a la escuela, al club, a piano o guitarra. O no. El caso es que el sistema no les dio la oportunidad de elegir.

En el segundo tenemos a los que están en la parte más angosta de la piramide. Todos tienen acceso a los diarios, a la información y a la cultura. Pueden elegir si recurrir a ellos o no. Sin embargo sus opiniones no requieren ni de saber leer o escribir. Ignoran que la Constitución Nacional impide la sanción de la pena capital. No saben que en un país como Estados Unidos, la pena de muerte rige en 37 de sus estados, en los cuales los hechos de violencia son mayores que en aquellos en los que no existe este castigo. Tampoco conocen el caso de Inglaterra, que pudo reducir sus hechos de violencia una vez derogada la pena capital. Son solo ejemplos puntuales y hasta intrascendentes si los ponemos al lado del problema real.
Ninguna de las personas que se la pasan clamando por seguridad, ya sean políticos, periodistas, empresarios, empleados, viejas que barren la vereda a la mañana, mencionan que en este país un 30% de su gente vive en condiciones de pobreza. Que por día mueren más de veinte chicos, de hambre.

He ahí lo urgente, lo que no puede esperar, lo que se debe empezar a solucionar ya. Ese es el principal problema, rotulado como "desigualdad social". De ese problema se desprenden otros cientos de problemas. Tan solo uno de ellos es la inseguridad.

1 comentario:

  1. Simplemente Impecable!... con las palabras justas y ejemplos mas que claros. Te felicito
    Nos vemos a la vuelta.
    Beso Grande!!


    - Gabriella -

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