lunes, 8 de junio de 2009

Cuestión de piel

A tres semanas de las elecciones, hay ciertos pensamientos populares e ideas falsas que no se cansan de resurgir cada vez que se acerca la fecha de una votación. Una de las más repetidas por la clase dominante es sin duda "los pobres no saben votar", idea que se puede traducir de muchas maneras, como por ejemplo "el punterismo hace lo suyo", "van por los planes sociales" o peor, "por el chori y el tinto".
¿No es curioso que el grupo de personas que instalaron este discurso sea el mismo grupo que apoyó el golpe de estado del '76, que gritaba "Videla! Videla!" cuando Argentina ganó el mundial de futbol 1978, que apoyó la guerra de Malvinas, que aplaudía la legitimación del modelo económico de la dictadura mediante Alfonsín, que votó a Menem en el '89, que reeligió a Menem en el '95 (para seguir viajando, cambiar la tele y el coche), que votó a De la Rúa, que festejó la vuelta Cavallo, que botó a De la Rúa, que festejó la asunción de Duhalde a la presidencia, que votó a Kirchner, que votó a Macri (pero perdió), que volvió a votar a Macri (esa vez como diputado, cuando se cansaba de trabajar tanto en las sesiones), que votó otra vez a Macri (ahora si como jefe de gobierno porteño) y que ahora quiere seguir votando a todo su séquto de diestros?

Votar por el cartel más lindo o por el que tiene una mejor agencia de publicidad, ¿es mucho mejor que votar por el chori y el vino?